El Oracion Para El Matrimonio Catolico Diario

oracion para el matrimonio catolico

Gracias Señor, por tu amabilidad, tolerancia y paciencia con nosotros cuando caemos en pecado, y gracias por expedir a Cristo a fallecer por nuestros errores y redimirnos por la cruz. Y no, no estoy solo hablando de parejas que ya están a un paso del divorcio, sino que esto va para todas y cada una de las mujeres casadas, que por una u otra razón luchan día a día con inconvenientes “cotidianos” y otros no tanto en sus relaciones. Implorar su asistencia para aprender con Su amor a manejar los desafíos que la convivencia y las adversidades de la vida les muestren. Rezamos un Credo suplicando por todos y cada uno de los matrimonios que se han apartado de Dios, pidiendo que vuelvan a arrancar la ruta del bien. Y lo más importante para que sea Dios el huésped incesante en la mitad de la relación.

Y pienso que es tu voluntad que estemos reconciliados uno con otro a pesar de todo cuanto nos hemos hecho anteriormente. Te solicito perdón por mis faltas, así como yo asimismo perdono a mi esposo por cualquier mal que siento que él me haya hecho. Yo creo que el Espíritu Santo trabaja en nuestro matrimonio, que mi marido no va a ser engañado por las expresiones persuasivas de algún persona que lo llevaría por mal camino o intente seducirlo. Humildemente me presento frente a ti y te doy gracias por salvarme de la angustia cuando llegan los problemas, gracias por estar ahí para (tú y tu esposo) cuando las cosas están buenas en nuestras vidas. Te queremos Querido Dios y reconocemos que debemos buscarte y que necesitamos de ti.

Ejemplos De Lecturas Para Todas Y Cada Una De Las Parejas

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Te estoy pidiendo que sea cubierto con la preciosa sangre de Cristo, para que sea protegido de todo mal; en el nombre de Jesús, que tu presencia guíe mi matrimonio para tomar buenas decisiones que estén basadas en tu intención. Jesús, declaro que nosotros rechazamos todo distanciamiento, separación, amargura, enojo, furia, gritería y maledicencia, y toda malicia. En vez de esto, deseo que seamos afables unos con otros, misericordiosos, perdonándonos el uno al otro. Padre, te estoy pidiendo que reavives la pasión y el deseo entre mi marido y , y que sanes las heridas emocionales que nos hayamos causado en el pasado. Tu poder es mayor que el poder de la maldad, y creo que todas y cada una de las cosas buenas se van a hacer sobre la tierra y en el cielo en tu tiempo, tal como la restauración de mi matrimonio.

Por eso, por el poder de tu nombre, solicito para que se rompa cualquier situación de interferencia de los patrones negativos de matrimonios y relaciones que mis ancestros tuvieron, hasta nuestros días. Patrones de infelicidad en la vida matrimonial, patrones de desconfianza entre los cónyuges, hábitos apremiantes de pecados que se fueron arrastrando de generación en generación; entre todas y cada una de las familias, como una maldición. Que se rompan ahora por el poder del nombre y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.

• Tu relación matrimononial merece un cambio, merece una transformacion al verdadero amor.
• Pero, ¿qué te pasa en el momento en que alguien confiesa una necesidad personal?

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Para que, viviendo en el cobijo de su hogar, no sean indiferentes a las pretensiones y sufrimientos de la gran familia humana, roguemos al Señor. Por los recién desposados, a fin de que Dios les conceda lozanía y paz, trabajo y felicidad, roguemos al Señor. Hagan ver el ejemplo a el resto y a sus hijos cuando Dios los mande a su hogar.

No quieras una vida completamente libre de molestias, mal, presiones, problemas o aflicción, porque ésas son las herramientas que nuestro amoroso Padre utiliza para estimular nuestro avance y entendimiento. Según lo aseguran reiteradamente las Escrituras, vas a recibir la ayuda al ejercer la fe en Jesucristo. Esa fe se demuestra con la disposición a confiar en las promesas que hizo por medio de Sus profetas y en Sus Escrituras” (“Para ser sanado”, Liahona, julio de 1994, pág. 8). El marido y la mujer deben esforzarse juntos por aumentar su fe en Jesucristo. Además de esto, soliciten a Dios que siga sanando y haciendo florecer su matrimonio. Dale gracias con regularidad por tu pareja, poniendo énfasis en sus puntos mejores.

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Hace más fuerte sus manos para que su trabajo sea digno y bueno, guía sus pensamientos a fin de que sus pasos sean bendecidos. No alejes tu mirada de sus días, a fin de que se sienta muy amado por Ti. Atráelo hacia la Fuente de Tu Amor, si se encuentra distanciado; manténlo muy unido a Ti, si ahora está aferrado a tus amores. “Recibe en tu bondad Señor, los dones que te mostramos con alegría y resguarda con tu amor paterno a quienes uniste con el sacramento del Matrimonio. Por Dios nuestro señor que vive y reina con el espíritu Santo y es nuestro Dios, por los siglos de los siglos.

Antes de la boda, la pareja se prepara para el matrimonio en su parroquia o con un sacerdote. Es un momento esencial a fin de que cada uno de ellos se pregunte sobre su pareja y entienda qué quieren construir juntos y cómo Dios puede asistirlos. Se tienen que tomar muchas decisiones desde elegir el vestido de la novia y planificar la luna de miel hasta seleccionar las flores y el fotógrafo. Pero el género de preparación matrimonial que comentamos en estas páginas se enfoca no sólo en su boda sino más bien en su matrimonio.

“Para alcanzar esta perfección, los fieles tienen que usar la fuerza que les ha sido otorgada por el don de Cristo, de forma que. . “realizando la voluntad del Padre en todo, puedan dedicarse de todo corazón a la gloria de Dios y al servicio de su prójimo” . El camino de la perfección asimismo pasa mediante la Cruz, que pide sacrificio, mortificación y la renuncia a uno mismo. Te entregamos nuestro matrimonio, con nuestros éxitos y fracasos. Condúcenos por caminos de desarrollo y que tengamos la posibilidad amarnos siempre tanto en la alegría y las penas, como en la abundancia y en la contrariedad.

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